lunes, 17 de noviembre de 2008

Firmes

La posición de firmes está directamente unida a la carrera militar. Los pies en primera o en paralelo, una perfecta vertical desde los talones a la nuca, los brazos estirados y bien pegados al cuerpo..., todo inspira rigidez, tensión y potencia. Aunque buceando por internet he dado con una detallada descripción de esta postura, atención, en la página web de un centro de educación secundaria mejicano. En este instituto, "con el propósito de rescatar la sobriedad, la seriedad y lo auténtico del ceremonial con que se escolta a nuestro Lábaro Patrio", se recomienda permanecer con "los talones unidos y en la misma línea, las piernas en tensión, el cuerpo erguido, los hombros hacia atrás a igual altura y en una misma línea, los brazos caídos a los costados, las manos naturalmente extendidas con la palma hacia el cuerpo, los dedos unidos tocando con el índice la costura del pantalón, la barba recogida y la mirada al frente".



Otro conjunto de soldados, algo más antiguo, fue moldeado y colocado en una postura similar. Se trata de los guerreros de terracota de Xian, enterrados a finales del siglo III a.C. A pesar de que el gesto de sus manos es diferente, ya que portaban lanzas y otras armas.Sería muy interesante por supuesto indagar con mayor profundidad en la relación entre esta postura y lo militar pero en esta entrada me gustaría incidir en su prolongación en la vida civil y, sobre todo, en la educación.


Aporto primero una imagen bastante propia de boy scout colocado bien firme. Solo a título de repaso me gustaría recordar que el movimiento scout lo funda en 1907 el teniente general británico Baden-Powell a partir del adiestramiento de chicos voluntarios en labores de rastreo, enlace y vigilancia durante la Guerra de los Bóer en Sudáfrica.



En cuanto a la educación formal, fue durante la dictadura de Primo de Rivera cuando se le dio un impulso definitivo a la Educación Física escolar declarando reglamentaria una Cartilla Gimnástica Infantil publicada por la Escuela Central de Gimnasia de Toledo, centro de enseñanza militar que todavía funciona, y escrita por algunos de sus profesores, militares expertos en la materia. Teniendo en cuenta ese precedente, tras el final de la Guerra Civil no tuvo que resultar nada extraña la potenciación del militarismo en las escuelas por parte del Frente de Juventudes, y así se llegó hasta los comienzos de la democracia en los que la postura de firmes fue siendo cada vez más escasa en los recreos y gimnasios escolares. Afortunadamente.



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