lunes, 17 de febrero de 2014

Dormir

Pocas posturas como la de dormir ocupan mayor número de horas del tiempo vital del conjunto de la humanidad. Su consideración ha sido muy desigual en función de la perspectiva desde la que se ha tenido en cuenta, y un repaso por los campos temáticos a partir de los que se ha abordado puede servir para intentar sistematizar algunas posibles aproximaciones disciplinares a cualquier otra postura.
Desde el punto de vista médico o estrictamente anatómico, la postura de dormir se entiende como aquella que presenta el cuerpo durante este estado fisiológico de autorregulación y reposo uniforme con una respuesta menor ante estímulos externos. A partir de ahí, son abundantes los tratados que establecen las posturas más habituales de sueño, aportando en casos dudosos porcentajes de frecuencia y otras veces ponderando las ventajas o desventajas de cada uno de ellos para obtener un descanso más efectivo.


Para una mirada psicológica, la postura de dormir puede ayudar en la caracterización de la personalidad de cada cual. Dime cómo duermes y te diré cómo eres, podría ser la traducción popular de esta corriente de análisis, pariente lejana de la fisiognomía.


Al pasarla por el prisma de lo antropológico, la postura de dormir podría servir como ejemplo extremo de socialización postural correspondiente a un nivel muy poco consciente. Cabe pensar además que los códigos explícitos e implícitos, indisociables entre sí, que encarnamos en nuestra enculturación y que se manifiestan en el propio cuerpo como espacio físico socializado de primer orden, deban manifestarse asimismo en aquella actividad tan poco intencional como es la de dormir. De manera exagerada podría decirse que las personas dormimos en una de las formas que nos proporciona el grupo que integramos.
Una interesante experiencia que combina esta mirada etnográfica con otra más artística es la que conforma el proyecto titulado Waiting de la fotógrafa rusa Jana Romanova. En él aparecen retratadas desde una perspectiva cenital una serie de jóvenes parejas que esperan un bebé, mostrando cómo incluso a través de la postura del sueño se vive de diferentes maneras la situación de espera compartida que en este caso supone la gestación.


No será posible prestar suficiente atención a esta última línea de abordaje a la postura de dormir, la artístico-expresiva, pero cabrá nombrar junto a famosas obras de pintura clásica que recogen de manera más o menos figurada esta temática, el éxito de obras contemporáneas centradas en ella como la del fotógrafo Ted Spagna a partir de la técnica del time lapse. Mención aparte merece la acción de la artista Cornelia Parker, quien en su exposición en la Serpentine Gallery de Londres del año 1995 mantuvo expuesta durante una semana en una caja de cristal, dormida o aparentemente dormida, a la actriz y modelo inglesa Tilda Swinton.